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La traducción automática, también conocida como TA o MT del inglés machine translation, puede ser dividida en dos grupos. El primer grupo se basa en reglas lingüísticas derivadas de fuentes de información tradicionales y de diccionarios, guiándose por las estructuras formales del lenguaje. El segundo grupo es llamado traducción automática estadística, en la cual la traducción es generada a partir de modelos estadísticos obtenidos del análisis de corpus de textos bilingües.

El primer ejemplo de este tipo de traducción es imitado frecuentemente y se conoce con el nombre de Babelfish, un dispositivo que por lo general es muy bueno en lo que respecta a la traducción de palabras individuales. A pesar de que la traducción estadística por medio de análisis suene bastante bien, desafortunadamente puede ser un verdadero desastre cuando se trata de textos extensos. Según la explicación de  Jasper Masemann es la parte estadística lo que influye negativamente en el proceso:

“El problema principal por el que este tipo de traducción está caracterizada es el de confiar con los ojos cerrados en toda la información que se encuentra en la base de datos, la cual no tiene ningún grado de especificación para ningún tipo de texto en particular. No hay manera de poder modificarla. Las máquinas no son tan inteligentes. Todavía.”

Según esta predicciónun mundo dominado por máquinas parece muy triste, pero más adelante Jasper sigue explicando:

 “Las máquinas simplemente no pueden entender los diferentes matices de un idioma de la forma en la que los seres humanos lo hacen; las personas son lo suficientemente aptas para encontrar los significados más acertados que encajan con contexto del texto mientras que las máquinas solo traducen palabras sin contar con la experiencia o sin correlación con el contenido. Puede que este tipo de traducciones sea preciso pero nunca será humano y es por esto que resulta poco eficaz para ciertos tipos de texto, como los de publicidad.

Piensa en las características de una publicidad; debería especificar el tipo del producto, la marca y la textura. En estos casos, algo tan banal como el color del producto puede representar la esencia clave que debe estar incluida en su descripción.”

¿Es que algún día los humanos serán remplazados por las máquinas? Con respecto a esto , Jasper responde de forma muy optimista lo siguiente:

“De momento, la mejor herramienta de traducción automática es el Traductor de Google y a pesar de que no soy un experto en el campo de la programación inteligente, como usuario puedo decir que en muchos casos éste resulta ser una pérdida de tiempo, pues la traducción queda incompleta y, además, presenta errores gramaticales. Por una parte la base de datos es diversificada continuamente pero por la otra es imposible añadir la información correlacionada al texto tomando en cuenta un contexto en particular, impidiendo así brindar una gran variedad de buenas traducciones.”

Hoy en día gracias al desarrollo informático, los ordenadores, robots y máquinas juegan un papel muy importante en la vida de las personas; sin embargo, todavía quedan algunas áreas que la inteligencia artificial no ha alcanzado y esperemos que esto permanezca de esta manera para así seguir teniendo el control de todo.

 

Fuente: www.languagetranslation.com