Hay muchas razones para empezar a aprender una lengua extranjera. Entre ellas: tener mejores oportunidades laborales o hacer amigos en otros países. Sin embargo, en ocasiones, elegir qué idioma aprender puede llegar a ser complicado, aunque afortunadamente, muchos idiomas son más asequibles si ya sabes inglés.
El inglés, ya sea por linaje o por influencia, está estrechamente vinculado a otras lenguas germánicas de Europa. En muchos casos comparten una historia lingüística, estructuras gramaticales o vocabulario.
A continuación, la lista de los cinco idiomas que, según los lingüistas, resultan más sencillos a los angloparlantes.
Afrikáans
Aunque parezca sorprendente, el inglés y el afrikáans son bastante similares. Esto se debe a que, al igual que el inglés, el afrikáans pertenece a la familia del germánico occidental, con lo que el vocabulario es bastante similar. Lo destacable del afrikáans es la ausencia de conjugación verbal (pasado, presente, futuro) y de género (masculino o femenino), que son los dos aspectos que más dificultades ofrecen a la hora de aprender un idioma. Básicamente estamos hablando de un idioma sin apenas normas gramaticales. Sin embargo, el afrikáans no cuenta con un número demasiado elevado de hablante y encontrar a algún nativo para practicar puede llegar a ser bastante complicado.
Noruego
Existe la consideración generalizada de que las lenguas escandinavas son difíciles de aprender. No obstante, hay estudios que demuestran que el noruego resulta relativamente sencillo a hablantes de inglés. En cuanto a la gramática: las formas verbales no se conjugan con respecto a la persona y al número; el pasado se forma simplemente añadiendo el sufijo -e y el futuro, con el auxiliar vil. Además, el noruego comparte con el inglés una sintaxis y un orden de palabras muy similar. Por ejemplo, la frase en noruego Jeg spiste egg til frokost (desayuné huevos), puede traducirse al inglés palabra por palabra (I ate eggs for breakfast). La pronunciación resulta igualmente muy asequible a angloparlantes por las influencias del germánico.
Danés
Otra lengua escandinava en nuestra lista es el danés. Sí que puede llegar a ser algo más difícil de aprender que el noruego por su pronunciación. Además, suena monótono y los daneses hablan bastante rápido. Sin embargo, la gramática es bastante fácil para hablantes de inglés ya que ambos idiomas cuentan con tan solo nueve formas verbales incluyendo la pasiva y con numerosos cognados de origen germánico. Por ejemplo: lunes, martes y miércoles en danés serían Mandag, Tirsdag y Onsdag. Un inconveniente de estudiar danés es encontrar oportunidades de usarlo. Pero saber una lengua escandinava facilita el aprendizaje de las demás y te permite hacerte políglota rápidamente.
Español
El español resulta muy atractivo como segundo idioma a los angloparlantes por su estatus internacional. Hay unos 330 millones de hablantes nativos de español y es lengua oficial en tres continentes. La pronunciación es bastante fácil para hablantes nativos de inglés, ya que solo cuenta con diez sonidos vocálicos y diptongos (mientras que el inglés tiene 20) y la mayoría de las palabras se pronuncian tal y como se escriben. Solamente la ‘r’ rodada y la ‘ñ’ pueden ser llegar a ser difíciles de pronunciar. En cuanto a la gramática, bien es cierto que el español no es el idioma más sencillo. Su conjugación verbal, el género y las irregulares gramaticales pueden suponer un gran obstáculo.
Francés
El francés es uno de los idiomas derivados del latín más asequibles para nativos ingleses debido a la influencia léxica que este tuvo sobre el inglés durante la ocupación normanda. Según los lingüistas, hasta un tercio del inglés actual fue influenciado por el francés. Esto hace que el léxico francés suene familiar y se entienda fácilmente. La pronunciación y la gramática, pese a no ser fáciles, pueden ser superadas por hablantes de inglés debido a estas similitudes.