Desde nuestra agencia de traducción, os contamos cómo ser un buen traductor para que corrijáis lo que hagáis mal si estáis empezando o aprendáis algo nuevo si lleváis tiempo en este mundo.
Si tienes pasión por las lenguas extranjeras, probablemente se te haya pasado por la cabeza la idea de convertirte en traductor. En la era de internet nos hemos acostumbrado a disponer de todo tipo de información al alcance de nuestros dedos con apenas unos clicks. Utilizamos diccionarios, traductores gratuitos y varias herramientas online para consultar cualquier duda que tengamos. Tal vez, por esta razón las habilidades del traductor han dejado de ser algo extraordinario. Sin embargo, mucha gente olvida que para ser traductor no basta solo con hablar una lengua extranjera. En este artículo, nos centraremos en 5 características que todo buen traductor debe tener:
- Diligencia: Traducir es un proceso complicado que requiere mucha paciencia. Los traductores tienen que tratar de mejorar sus habilidades constantemente, utilizar distintos recursos para encontrar la mejor solución y sobre todo no pensar que lo saben todo.
- Familiarizarse con la cultura y lengua del país: El traductor no solo tiene que tener un talento especial para los idiomas, sino que también debe conocer la cultura y las costumbres autóctonas del país. De este modo, puede ser capaz de reflejar el sentido original de los textos y materiales extranjeros y así evitar los errores propios del desconocimiento de las diferencias culturales.
- Conocimientos informáticos: Han quedado en el olvido aquellos tiempos en los que un traductor podía trabajar con tan solo un bolígrafo y papel. Ahora, disponer de conocimientos avanzados de informática es muy útil cuando tienes que asumir responsabilidades como traductor. Una persona que quiera trabajar como traductor tiene que saber utilizar muchas herramientas y programas del mercado para que el proceso de traducción resulte más sencillo y eficiente. Por ello, programas como CAT (Traducción Asistida por Ordenador) o SDL Trados son de gran ayuda durante el proceso de traducción ya que guardan en su base de datos (memoria de traducción) todas las frases que ya habían sido traducidas anteriormente. De esta manera, podemos ahorrar tiempo y ganar consistencia mientras traducimos ya que cuentan con herramientas de sustitución de palabras repetidas.
- Especialización: Un traductor profesional debe tener muchos dones y conocimientos sobre distintos campos. El proceso de traducción no consiste solamente en emplear equivalentes de palabras sino también en entender completamente el material de referencia para ser capaz de expresar el mismo mensaje a través de la lengua meta. Es por eso que los traductores que deciden especializarse en un tipo de disciplina deben prepararse para perfeccionar su técnica constantemente y aprender todo lo posible sobre ese campo en particular.
- Autodisciplina: Esta profesión requiere ser muy disciplinado. Los traductores están obligados a cumplir con los plazos de entrega y a realizar tareas complejas en un período breve de tiempo. Es por esto por lo que deben organizar su tiempo y trabajo de manera sistemática para producir traducciones de gran calidad en el menor tiempo posible.
Si queréis saber más sobre lo dura pero apasionante que es la vida del traductor, no os perdáis este artículo: Dificultades de la traducción
Traducido por: Marc Tamarit Galdón
Enlace al artículo original: HOW TO BE A SUCCESFUL TRANSLATOR