No hay duda, la situación política turca es extremadamente inestable y difícil, desde los atentados del ISIS, hasta la destrucción del Su-24 ruso en noviembre de 2015. Son mucho los ataques del gobierno contra el PKK y las ciudades kurdas después del «supuesto» golpe de estado del 15 de Julio de 2016, que pretendía derrocar a Erdogan, líder máximo desde hace más de 15 años, cada vez más autoritario. El golpe de estado ha provocado la muerte de muchas personas (294 personas, la mayoría militares) y una violenta reacción institucional por parte de Erdogan (alrededor de 8.000 agentes de policía destituidos de sus funciones, 6.000 militares detenidos y alrededor de 3.000 jueces suspendidos cuatros días después del golpe). A pesar de todo, Turquía sigue siendo un destino deseable para un gran número de turistas de todo el mundo.
Estambul, que no es la capital (sino Ankara), es la ciudad turca con mayor recorrido y la que atrae más turistas cada año, alrededor de 9.2 millones. Sin duda, la ciudad se ha visto afectada por los acontecimientos y el turismo ha sufrido un descenso del 26% con respecto a 2015. Estambul es una ciudad inmensa. Con sus 14 millones de habitantes es, sin duda, la metrópolis más poblada de Europa. Pero más que el número de habitantes es su extensión geográfica lo que impresiona: de un extremo a otro, la distancia es superior a 100 km. En definitiva, Estambul no es una ciudad al uso, sino un conjunto de ciudades con sus respectivos centros.
La gran mayoría de los turistas visita solo Sultanahmet, el barrio donde se encuentran todos los monumentos principales y cuyo «casco antiguo» se ha convertido en el «centro turístico», con todos los inconvenientes que esta definición puede conllevar.
[Best_Wordpress_Gallery id=»7″ gal_title=»SULTANAHMET»]Beyoğlu, en cambio, aunque guarde una enorme relevancia histórica, también es el centro neurálgico y palpitante de la ciudad moderna. En la directriz que lleva de Taskim hacia la Torre de Gálata pasando por Istiklal, se encuentra el espíritu cosmopolita de Estambul.
[Best_Wordpress_Gallery id=»8″ gal_title=»Beyoğlu»]Cruzando el puente de Gálata, al pie, se ve el asombroso espectáculo que ofrecen el Cuerno de Oro y el Bósforo y también se puede visitar el barrio de Eminönü, la zona de los bazares y de los callejones donde es fácil perderse y donde además se encuentran algunas de las mezquitas más hermosas de la ciudad.
[Best_Wordpress_Gallery id=»9″ gal_title=»eminonu»]Fatih es el barrio que se encuentra entre Sultanahmet y las murallas teodosianas. En esta zona, la historia parece haberse parado y se puede comprobar escalando las empinadas calles de Fener y Balat, llenas de coloridas viviendas otomanas, de prendas tendidas y niños que juegan con el balón.
[Best_Wordpress_Gallery id=»10″ gal_title=»Fatih»]El resto de barrios, más alejados de las clásicas rutas turísticas pero no menos importantes, merecen ser visitados; como la mezquita de Eyüp y el romántico Pierre Loti o Şişli, el modernísimo barrio de compras y rascacielos. Beşiktaş es uno de los barrios residenciales más auténticos, situado entre la grandilocuencia del palacio Dolmabahçe y la poesía de Ortaköy. Y finalmente, Üsküdar e Kadiköy, las zonas más importantes de la Estambul asiática, que pueden sorprender hasta al turista más atento.
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