Para empezar debemos entender qué es el Spanglish.
El spanglish o spanglish es la fusión morfosintáctica y semántica del español con el inglés estadounidense. No es exactamente inglés, ni tampoco español. A diferencia del Llanito (hablado oficialmente en Gibraltar) este idioma híbrido no es de uso oficial, sino de uso coloquial. Es simplemente cuando una persona en el momento no le sale la palabra en español y la dice en inglés y viceversa. También incluye palabras con elementos de los dos idiomas que no existen en los idiomas originales.
La historia de Spanglish comienza en el siglo XIX, cuando los Estados Unidos tenían gran parte del territorio mexicano, incluso las ciudades de Los Ángeles y San Francisco. Desde entonces, la gente de origen mexicana, obligada a aprender inglés, comenzó a fusionarse con el castellano, como un signo de identidad y resistencia a los nuevos gobernantes. Spanglish entonces era una mayor propagación después de la Segunda Guerra Mundial, con la migración masiva de mexicanos en los Estados Unidos.
En el spanglish hay cierta lógica, decir: “correo electrónico” es muy largo, por eso es más cómodo decir “email.” Cuando hablamos de temas de actualidad o de cultura pop (entre otros temas), las palabras en inglés son cada vez más frecuentes. Entonces, los españoles no tienen elección a la hora de incorporar estas palabras inglesas en nuestro español.
Algunos ejemplos clásicos del Spanglish:
- Backupear (Remolcar)
- Preñeada (Embarazada)
- Updatear (Actualizar)
- Linkear (Enlazar)
- El mouse (El ratón del ordenador)
- Un email (Un correo electrónico)
- Chekerau´(Check it out)
- Wachar la tv (Watch TV)
Por otro lado, para los ingleses no es muy distinto. En este caso, tienden a adoptar palabras españolas para cosas que no tienen un equivalente exacto en inglés: botellón, vergüenza, chiringuito y por supuesto una gran cantidad de nombre de platos.
Hoy en día, debido a las nuevas técnicas de comunicación y a la globalización, podemos encontrarnos con personas de otras nacionalidades más fácilmente. Por eso no debería sorprendernos que palabras de nuestro vocabulario se mezclen con otros idiomas.