En este entorno global, los profesionales de la traducción del siglo XXI se encuentran en una difícil situación. Por una parte, hay una creciente demanda de traducción como resultado del creciente comercio mundial y de la comunicación en general. Por otra parte, cada vez resulta más difícil para el traductor profesional cumplir con esa exigencia: los plazos de entrega se acortan y los precios bajan. Sin embargo, los hechos son los siguientes:
- Hoy en día, la traducción es global. La gente compra y vende traducción en línea y la mayoría de las traducciones se harán a través de internet en los próximos 10 años. Tenemos que pensar y actuar de forma global.
- Los clientes quieren traducciones más rápidas, ya no están dispuestos a esperar. Tenemos que satisfacer esa necesidad a través del uso de la tecnología de la traducción.
- Los clientes también desean traducciones más asequibles, algunos incluso las quieren de forma gratuita. Muchos de ellos necesitan que se traduzcan cientos de miles de palabras y simplemente no se pueden permitir pagar el precio completo. Su motivación principal es la reducción de gastos y no la calidad.
- La traducción se ha convertido en un subproceso integrado. Debemos echar mano de la tecnología y de las herramientas disponibles para poder entender cómo nuestros clientes gestionan sus contenidos y para satisfacer sus necesidades.
- Cada día se producen 3 billones de gigabytes de datos. Esto representa un enorme potencial para los profesionales de la traducción, sin embargo, ya hemos perdido el 99 % de la oportunidad de mercado a Google y a Microsoft porque no desarrollamos lo suficientemente rápido. ¡Google traduce más palabras en un minuto que todos los traductores humanos en un año!
- Sin la traducción no puede haber un negocio mundial. Necesitamos tener más confianza y crear una gran historia de nuestra actividad. La industria de la traducción tiene futuro pero necesitamos cambiar porque el mundo está cambiando. Fuente texto.
Puede que la traducción online y la crisis económica hayan afectado y complicado la supervivencia de las empresas de traducción pero el hecho es que cientos de millones de personas pulsan el botón de traducir cada día, lo que les hace darse cuenta de lo difícil que es conseguir una traducción buena y correcta. Los clientes siempre buscarán una traducción de calidad y se darán cuenta que obtienen lo que pagan.
El futuro es brillante.